jueves, 3 de marzo de 2011

"Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando."  (Louis Pasteur)
Y es que lleva toda la razón. ¿Quién no se ha enfadado nunca con su amigo/a? A mi, por desgracia, me ha tocada esta semana y, la verdad, es que se pasa muy mal. Por mucho que se intente no pensar en ello, no se puede. Cada vez que pasas a su lado, cada vez que se acerca... sientes deseos de llorar y abrazarlo/a. Pero el orgullo siempre está por delante. El orgullo, el responsable de que las disculpas lleguen más tarde y con ello, que sufras más y que, a la vez, te des cuenta que esa/as persona/as son importantes, muy importantes. Ellas lo son todo, sin ellas todo es diferente. Una hora del patio, no es hora del patio; un examen no comentado, no es examen; una hora de biblioteca, no es hora de biblioteca...
Y es entonces, cuando aparece de fondo de pantalla una foto de todas, un vídeo... que te das cuenta que no puedes vivir sin ellas, porqué ellas te dan la alegría, la felicidad y las ganas de vivir y descubrir.







"La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas." 




































                                                  (Aristóteles)

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